Ayuno Digital

El pasado 1 de diciembre decidí embarcarme en un nuevo viaje, un nuevo desafío, realizar un ayuno digital en el ámbito de las redes sociales, esas plataformas con las que exploramos día a día y pasamos las horas muertas. Realicé este ayuno digital ese día, porque le iba a pasar fuera de casa la mayor parte del tiempo, y pensé que sería más fácil sobrellevarlo, sin embargo, hubo momentos del día que he de admitir que lo pasé con algún estrago.

Durante la mañana estuve visitando varios museos de la zona de Madrid y he de decir que el no uso del móvil, me ayudó a valorar más el entorno por el que me estaba moviendo y a apreciar más las opiniones de las personas que me estaban acompañando.

Por otro lado, yo soy una persona que me gusta compartir experiencias que me llaman la atención o me resultan graciosas con amigos y me sentía bastante limitado en ese aspecto. Además, durante el día tuve alguna tentación de informarme en alguna red social, pero me mantuve firme en mi decisión.
Por último, una vez volvimos a Toledo, estuvimos en la bolera pasando un rato agradable con amigos y prácticamente me olvidé de que tenía móvil, pasándomelo como un niño.

A modo de conclusión, decir que esta experiencia me ha servido para darnos cuenta de cómo los móviles a menudo nos alejan de las personas más cercanas y de disfrutar las acciones que estamos llevando a cabo, es por ello que es aconsejable realizar pequeñas desconexiones con alguna frecuencia.